De los insultos a las alabanzas y, ahora, al encuentro histórico en la Zona Desmilitarizada que divide la península coreana. Así ha sido la tensa relación entre el presidente de EE. UU., Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong Un.
Amenazas nucleares
El 2 de enero de 2017, antes incluso de haber asumido como presidente de Estados Unidos, Donald Trump afirma que Corea del Norte no podrá desarrollar jamás un «arma nuclear capaz de alcanzar el territorio estadounidense». En mayo, se declara dispuesto a reunirse con el dirigente norcoreano.
En julio, Pyongyang realiza dos disparos de misiles intercontinentales y Kim asegura que «todo el territorio estadounidense está al alcance» de Corea del Norte.
Se produce entonces una crisis entre los dos países acompañada de sanciones financieras de Estados Unidos y de la promesa de Trump de responder con «fuego e ira» a cualquier ataque norcoreano.
Los norcoreanos responden llevando a cabo su sexto ensayo nuclear, tras el cual afirman haber probado una bomba H.
Insultos personales
En septiembre, Trump califica a Kim ante la Asamblea General de Naciones Unidas de «pequeño hombre cohete». Dos días después, el norcoreano le responde: «Castigaré con fuego al senil estadounidense mentalmente trastornado».
En noviembre, Trump se refiere a su antagonista como un «cachorro enfermo» y a principios de 2018 se jacta del tamaño de su botón nuclear.
Otto Warmbier, «torturado»
En septiembre de 2017, Donald Trump acusa a Pyongyang de haber «torturado más allá de lo imaginable» a Otto Warmbier, un estudiante estadounidense que estuvo encarcelado en Corea del Norte 18 meses y después fue enviado a su país en estado de coma en junio de 2017. Falleció una semana después.
Corea del Norte desmiente cualquier maltrato y afirma que Otto Warmbier contrajo el botulismo en prisión. En noviembre, Washington decide volver a incluir al país en su lista de Estados que apoyan el terrorismo.
Delegaciones estadounidenses en Pyongyang
En marzo de 2018, Trump causa una gran sorpresa al aceptar una invitación de Kim Jong Un, transmitida por Corea del Sur tras los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang, marcados por una espectacular rebaja de tensiones entre el Norte y el Sur.
En dos ocasiones, en abril, como jefe de la CIA, y en mayo, como secretario de Estado, Mike Pompeo viaja a Pyongyang.
«Reunión fantástica»
El apretón de manos entre Kim y Trump en la cumbre del 12 de junio en Singapur es retransmitida en directo en todo el mundo. El líder norcoreano saluda una «cumbre histórica» y el mandatario estadounidense habla de una «reunión fantástica».
Los dos hombres firman un documento conjunto en el que Pyongyang se compromete a trabajar a favor de una «desnuclearización completa de la península coreana», mientras Washington promete «garantías de seguridad» a Corea del Norte.
Desde entonces, Donald Trump no deja de destacar su «amistad» con el líder norcoreano, asegurando incluso a finales de septiembre que él y Kim se han «enamorado».
El fracaso de Hanói
Tras varios meses de negociaciones infructuosas sobre el dosier nuclear, el 28 de febrero de 2019 se organiza una nueva cumbre en Hanói, Vietnam, pero el encuentro entre Kim y Trump se salda en fiasco, al tropezar con la cuestión del levantamiento de las sanciones estadounidenses de Pyongyang y el alcance del desarme coreano.
A finales de abril, Kim visita Rusia para su primera cumbre con Vladimir Putin. Allí, acusa a Estados Unidos de haber actuado «de mala fe» en Hanói y avisa que la situación en la península alcanzó «un punto crítico».
A principios de mayo, Pyongyang reanuda sus lanzamientos de misiles de corto alcance, por primera vez desde noviembre de 2017. Donald Trump le resta importancia: «se trata de misiles de muy corto alcance, algo muy estándar», reacciona el presidente estadounidense, que reitera su «confianza» en el líder norcoreano.
Primeros pasos históricos
El 29 de junio de 2019, Donald Trump invita en un inesperado tuit al líder norcoreano a reunirse con él en la Zona Desmilitarizada (DMZ) que divide la península coreana, aprovechando su viaje a Corea del Sur tras la cumbre del G20 en Osaka.
Reto conseguido: Kim Jong Un acepta la propuesta.
Al día siguiente, Donald Trump cruza a pie la línea de demarcación entre las dos Coreas en el pueblo de Panmunjom y da unos pasos históricos por Corea del Norte en compañía de Kim Jong Un.
«Es un gran día para el mundo», declara satisfecho Donald Trump, anunciando que las negociaciones con Corea del Norte se reanudarán e invitando al líder norcoreano a Estados Unidos.
AFP