En los meses previos a las elecciones presidenciales de Brasil de 2022, las encuestas mostraban a Jair Bolsonaro detrás de Luiz Inácio Lula da Silva hasta en 30 puntos porcentuales entre las mujeres. Preocupado, su campaña desplegó su as bajo la manga: Michelle Bolsonaro, la joven y fotogénica esposa del presidente, una devota evangélica que hasta ese momento tenía un perfil público limitado.
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En julio de ese año, basándose en gran medida en temas cristianos, pronunció un discurso conmovedor en Río de Janeiro que hizo llorar a Bolsonaro, de pie detrás de ella.
“Su campaña rescató el patriotismo, respondió al llamado”, dijo Michelle Bolsonaro sobre su esposo. “Él es uno de los elegidos de Dios –agregó–, tiene un corazón limpio y puro, y es guapo, ¿eh? Pero él es mío”.
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El discurso fue un éxito, y a Michelle Bolsonaro se le atribuyó el haber ayudado a que su esposo estuviera a una distancia sorprendente en la segunda vuelta de las elecciones (perdió por menos de dos puntos porcentuales).
Ese éxito en la campaña electoral también ha provocado especulaciones sobre su propio futuro político. Jair Bolsonaro enfrenta más de una docena de desafíos judiciales, que él y varios aliados han reconocido que pueden dejarlo inelegible para postularse nuevamente para la presidencia en 2026. Aunque Michelle Bolsonaro también enfrentó acusaciones anteriores de irregularidades, incluidas preguntas sobre si estuvo involucrada en un intento de quedarse indebidamente con un regalo del rey de Arabia Saudita de joyas y otros artículos de lujo por valor de millones, algunos dicen que ella es una futura líder natural del movimiento conservador de Brasil.
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Ella puede ayudar enormemente… al darle a la derecha brasileña una fuerza femenina igual a la de la izquierda
Hay mucha competencia por el trono. Algunos provienen de su propia familia: tres de los hijos de Bolsonaro son funcionarios electos con muchos seguidores en las redes sociales. Los tres estados más grandes de Brasil también están gobernados por conservadores, incluido el gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, quien ya ha ganado el respaldo entusiasta de algunos líderes empresariales como futuro candidato a la presidencia. Pero Michelle Bolsonaro parece disfrutar del apoyo de los brasileños comunes, muchos de los cuales recuerdan favorablemente el énfasis de su esposo en “defender a la familia” y la ven como una figura potencialmente menos divisiva. Una columna de opinión reciente en un importante periódico brasileño llevaba el provocativo título: ‘Bolsonaro, el primer caballero de Michelle’.
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Sóstenes Cavalcante, diputado federal por Río de Janeiro, miembro del Partido Liberal de Bolsonaro y uno de los líderes de la bancada evangélica en el Congreso, dijo que si la ex primera dama decidiera postularse para el cargo y tuviera el respaldo de la familia, ella sería una “candidata muy fuerte” para cualquier posición.
“Ella puede ayudar enormemente… al darle a la derecha brasileña una fuerza femenina igual a la de la izquierda”, dijo a AQ.
Un humilde trasfondo
Informes de la prensa brasileña describen la infancia de Michelle Bolsonaro en una pequeña casa en Ceilândia Norte, en las afueras pobres de Brasilia. Su abuela, que ahora tiene una salud frágil y vive en Sol Nascente, la favela más grande de Brasil, fue atrapada por la policía vendiendo drogas en el centro de Brasilia en 1997, cuando Michelle tenía 15 años.
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Michelle Bolsonaro no ha hablado con mucho detalle sobre su pasado. Ni su abuela ni su madre fueron invitadas a la toma de posesión de Bolsonaro. Se volvió activa en la vida de la iglesia evangélica y encontró trabajo como secretaria en la cámara de diputados de Brasil. Al otro lado del pasillo conoció a Jair Bolsonaro, casi 30 años mayor que ella, todavía un congresista poco conocido de Río en 2007. Él la invitó a trabajar en su oficina y se casaron en una ceremonia civil ese mismo año, el tercer matrimonio de Jair. Michelle también tiene una hija de una relación anterior.
La ceremonia religiosa completa tuvo lugar en 2013 y, significativamente, fue presidida por Silas Malafaia, el poderoso líder evangélico de la iglesia Assembleia de Deus. Si bien Michelle es evangélica, Jair fue y sigue siendo católico, a pesar de las estrechas conexiones con los evangélicos que, según los analistas, su esposa jugó un papel importante en ayudar a construir.
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Jair Bolsonaro y Michelle Bolsonaro.
Instagram: @michellebolsonaro
“Michelle fue la responsable de presentar a Bolsonaro al liderazgo evangélico”, dijo a AQ Guilherme Casarões, profesor de la Fundação Getúlio Vargas que ha realizado una investigación profunda sobre la derecha brasileña. “Hasta 2015, la identidad militar (de Bolsonaro) era mucho más fuerte que su identidad cristiana”.
Si Michelle a menudo rehuyó el escenario público durante la presidencia de su esposo, se informó que ejerció influencia entre bastidores, incluso en importantes nombramientos gubernamentales, como la elección de Damares Alves como ministra de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, así como del pastor presbiteriano André Mendonça como una de las elecciones de Bolsonaro para la Corte Suprema. Alves, ahora senadora, se convirtió en una de las evangélicas más destacadas de la administración de Bolsonaro.
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Pero también se habló de la participación de Michelle Bolsonaro en enfrentamientos internos dentro del clan Bolsonaro. Después de las elecciones, muchos notaron que Michelle y Jair Bolsonaro habían dejado de seguirse en Instagram, donde Michelle tiene 6 millones de seguidores leales. Se entendió que la presencia de Jair Bolsonaro en las redes sociales estaba dirigida por su hijo Carlos, cuya relación con Michelle Bolsonaro se dijo que era tensa en momentos durante la campaña.
Los observadores enfatizaron el poderoso potencial político que emana del estatus de Michelle Bolsonaro como una mujer identificable de fe evangélica que representa una noción más tradicional de los roles de género que la presentada por la izquierda.
“Ella es una auténtica figura evangélica”, dijo Lívia Reis, investigadora del Instituto de Estudos da Religião. “Ella es de origen humilde y tiene una familia superproblemática… pero sin embargo se convirtió en primera dama de Brasil”.
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Los detractores a menudo ven algunos aspectos del pasado personal de Michelle Bolsonaro como una contradicción con los valores familiares tradicionales de la derecha brasileña. Pero para Reis, sus seguidores evangélicos no necesariamente lo ven de esa manera.
“Cuando te conviertes al Evangelio, das a luz a una nueva persona, rompes con la persona que eras antes”, dijo Reis.
Sobre las joyas saudíes
Michelle Bolsonaro se desempeña actualmente como presidenta de PL Mulher, el ala femenina del partido bajo cuya candidatura se postuló Bolsonaro en 2022.
Desde esa posición, puede ayudar a la derecha brasileña a diseñar una plataforma y un mensaje que sean menos objetables para las votantes de Brasil. La postura de Jair Bolsonaro sobre ampliar el acceso a las armas de fuego fue rechazada por el 82 % de las mujeres brasileñas. Michelle Bolsonaro podría ser más propensa a centrarse en puntos de vista conservadores sobre el género, la sexualidad y el aborto, temas en los que las encuestas indican que el electorado los apoya más.
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Ella es de origen humilde y tiene una familia superproblemática… pero sin embargo se convirtió en primera dama de Brasil
Hay obstáculos. Michelle Bolsonaro aún enfrenta preguntas sobre la naturaleza de los depósitos realizados en su cuenta bancaria por un exasesor del hijo de Bolsonaro, Flávio, revelados por primera vez en 2020. Y se ha visto envuelta en un escándalo en curso sobre una serie de obsequios del rey de Arabia Saudita. Un paquete valorado en 3,25 millones de dólares, incluido un collar de diamantes, terminó en la aduana después de que los agentes lo encontraran en el equipaje de un asistente del entonces ministro de Minería. Los enviados de Bolsonaro hicieron varios intentos de recuperar los bienes antes del final del mandato de Bolsonaro, uno capturado en video.
Michelle Bolsonaro ha negado haber actuado mal. Ante el escándalo, publicó una respuesta inusualmente irónica en Instagram: “¿Quieren decir que ‘tengo todo esto’ y yo no sabía? ¡Dios mío!”.
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Su pulido político aún puede necesitar algo de trabajo. Ella dijo en un evento el 6 de mayo que quería poner fin a una cuota del 30 % para las mujeres que se postulan para el Congreso, pero rápidamente se retractó de su declaración después de un alboroto.
La oposición a cualquier plan político futuro también puede provenir de su esposo. Jair Bolsonaro restó importancia a las ambiciones políticas de su esposa a fines de marzo y dijo que ella “no tenía la experiencia” para postularse para un cargo ejecutivo, pero quería seguir “colaborando” en la política. Pero más recientemente sugirió que tanto él como Michelle podrían postularse para escaños en el Senado en 2026.
Una cosa sí está clara: Michelle Bolsonaro tiene perspectivas en la política brasileña. La pregunta sin respuesta es si intentará hacer uso de ellas.
NICK BURNS (*)
Americas Quarterly
(*) Editor y administrador de redes sociales en Americas Quarterly.
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