Los representantes del Grupo Wagner recomendaron este miércoles a los mercenarios que integran sus filas que se busquen otro trabajo tras la muerte de su líder, Yevgueni Prigozhin, que fue enterrado este martes en un cementerio de San Petersburgo.
«Varias decenas de miles de combatientes plenamente preparados están listos para trabajar y dispuestos a defender su patria (en Ucrania), pero debido a circunstancias bien conocidas por ahora no nos dejan», señaló el representante de Wagner en un audio reproducido por el portal «Bashnie Istorii».
Añade que los wagneritas se ven ahora obligados a buscar trabajo en África y Oriente Medio, pero que «la situación allí tampoco es fácil».
«Tenemos una dura competencia por parte del Ministerio de Defensa y de la Guardia Nacional que también planean e intentan también acceder (a esas zonas) con actividades análogas a las nuestras», apunta.
El portavoz de Wagner explicó que Prigozhin abordó ese asunto en su último viaje a África, donde varios países mostraron interés en sus servicios, aunque esos futuros contratos están en el aire.
«Intentaremos encontrar trabajo para nuestros miembros. Cuándo y cuánto, lo desconocemos. Por eso, esperen o busquen otro trabajo. Sigan de cerca la situación internacional. Si nuestro equipo recibe permiso para volver a la zona de la operación militar especial (en Ucrania), entonces reanudaremos activamente el reclutamiento de hombres. Trabajo habrá», comentó.
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En su momento, el presidente ruso, Vladimir Putin, calificó a los wagneritas de héroes por la toma en mayo pasado de la ciudad ucraniana de Bajmut, en la región de Donetsk. No obstante, el grupo cayó en desgracia tras protagonizar el 23 y 24 de junio una fallida rebelión armada, que terminó con el acuerdo de trasladar su base a Bielorrusia.
Semanas antes de morir, Prigozhin reconoció que Wagner no combatiría más en Ucrania y anunció la reanudación de sus actividades en el continente africano.
No obstante, a su regreso de África, viajó a Moscú y el avión privado en el que volaba se estrelló el 23 de agosto a 300 kilómetros de la capital.
Por el momento se desconocen las causas del siniestro, aunque partidarios de Prigozhin, la oposición en el exilio y la prensa occidental acusan a Putin de dar la orden de liquidar al jefe de Wagner, algo que el Kremlin negó categóricamente.
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Según diversas fuentes, parte de los wagneritas abandonó territorio bielorruso, aunque Minsk mantiene que los mercenarios rusos no se han ido a ninguna parte y otros se han ido de vacaciones.
Algunos expertos consideran que Wagner ya no existe como organización de mercenarios, más aún cuando Putin firmó un decreto para que todos los paramilitares y voluntarios juren obligatoriamente lealtad a la bandera rusa, aunque otros consideran que aún representan una amenaza, sea en Ucrania, Bielorrusia o África.
Prigozhin fue enterrado este martes en San Petersburgo, su ciudad natal y cuartel general de Wagner, a escondidas y entre estrictas medidas de seguridad.
Según informó este miércoles el diario Moscow Times, la decisión de celebrar un entierro secreto fue tomada por el Kremlin y por el Servicio Federal de Seguridad (FSB).
Las fuentes citadas por el medio apuntan que el Kremlin nunca perdonó a Prigozhin no tanto la «traición», sino la «humillación» que supuso la sublevación armada que colocó a Putin en una posición de debilidad a ojos de militares y ciudadanos rusos.
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Este miércoles, cientos de rusos acudieron al cementerio Porojóvskoye (de la Pólvora) de San Petersburgo para presentar sus respetos al jefe del Grupo Wagner. Personas de todas las edades acudieron al cementerio, vigilado por la Guardia Nacional en previsión de posibles incidentes, según informó Shot, un canal de Telegram.
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Frente a las puertas del camposanto se formaron colas kilómetricas desde que abrió sus puertas a visitantes y periodistas, que fueron sometidos a un riguroso chequeo por parte de la policía.
Los visitantes se persignaban, hacían genuflexiones, realizaban saludos militares y depositaban ramos de flores ante lo que muchos describían como «un auténtico patriota». Frente a la tumba, presidida por una foto y una cruz techada, se erigieron dos banderas, la tricolor rusa y el estandarte de Wagner.
EFE