Desde el 4 de enero de este año, fecha en la que los republicanos recuperaron el control de la Cámara de Representantes en EE. UU., Mario Díaz-Balart, de la Florida, asumió la presidencia del poderoso Subcomité de Apropiaciones para las Operaciones en el Extranjero.
Se trata de una de las comisiones más importantes para Colombia pues es la que autoriza, en primera instancia, todos los recursos que Washington destina a otros países.
Hace algunas semanas, el presidente Joe Biden pidió unos US 445 millones de dólares en asistencia para el país previstos para el año fiscal 2024 y ahora le corresponde al Congreso determinar si los aprueba. Pero el legislativo, a través de sus comités de apropiaciones tiene carta blanca a la hora de decidir. En otras palabras, puede aumentar o reducir los recursos al igual que imponer condiciones para su desembolso.
De allí lo clave que es la opinión de Díaz Balart -y los republicanos- en este proceso.
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Aunque lo que termine aprobando la Cámara debe ser conciliado con el Senado, que controlan los demócratas, el Subcomité que encabeza este representante de origen cubano puede marcar tanto el tono como la naturaleza de la cooperación que apruebe el Congreso de EE. UU. Algo muy relevante para el gobierno del presidente Gustavo Petro.
Y las cosas, por el momento, no lucen bien. En entrevista con este diario, Díaz-Balart dice que está muy preocupado por la dirección actual del país y habla de un posible retroceso en la democracia.
Pero, más relevante aún, el influyente congresista afirma que lo inquieta la posibilidad de que el gobierno Petro esté comenzado a compartir información sensible y de inteligencia (proporcionada por EE. UU.) con enemigos de Washington como Venezuela, Rusia, China, Cuba e Irán.
De acuerdo con Díaz-Balart, eso es algo que piensa abordar en la ley de apropiaciones que trabajará su comité y donde piensa exigir garantías.
No solo frente a este tema sino en otros como la lucha contra el narcotráfico.
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Acaba de decir que le preocupan los acercamientos entre el presidente Gustavo Petro y el régimen de Nicolás Maduro. A su juicio, algo que no les conviene a los intereses de EE. UU. o del pueblo colombiano. ¿Cuáles son sus reparos?
Me preocupa mucho esa relación y la situación en Colombia y de eso conversé con el secretario Antony Blinken en privado… Colombia y EE. UU. han tenido por años una relación muy especial y el concepto de que ahora puede posiblemente estar teniendo un retroceso en el plano de la democracia es preocupante y peligroso.
Estamos mirando desde acá lo que pasa en Colombia, no solo internamente, sino en esa relación con Venezuela donde tenemos un régimen narcoterrorista. Y ya hemos tenido varias conversaciones sobre eso.
¿Con qué propósito?
Estamos, y yo estoy, en el proceso de crear una legislación, el presupuesto para el 2024, y este es uno de los temas a los que le estoy dedicando mucho tiempo. Mire, en Colombia están pasando muchas cosas. Y Colombia recibe fondos de ese presupuesto.
Lo que me preocupa es esto. Con Colombia hay una relación muy estrecha de intercambio en comunicaciones, de cosas muy sensibles, de información de inteligencia, y yo tengo que sentirme cómodo de que ese intercambio no se está repartiendo a los enemigos de la democracia.
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Vamos a tener que buscar alternativas que permitan que el pueblo estadounidense se sienta tranquilo de que la relación persiste
Hay muchas cosas que estamos revisando y no estamos hablando de eso públicamente aún pero eso es parte de la conversaciones que estoy teniendo con Blinken. Y cuando esa ley se presente vamos a tener que buscar alternativas que permitan que el pueblo estadounidense se sienta tranquilo de que la relación persiste y no estamos poniendo en riesgo comunicación o información sensible que se les está compartiendo y que Colombia está protegiendo el estado de derecho y las libertades básicas de sus ciudadanos.
De nuevo es una relación que ha sido muy importante. Yo soy el copresidente del comité parlamentario en favor de Colombia, así que tenemos conversaciones diariamente sobre estos temas.
¿Lo que está sugiriendo es que piensan poner condiciones a la ayuda que aprueba el Congreso para asegurar que el gobierno Petro no camine en esa dirección?
No quiero ahora hablar de lo que vamos a hacer. Pero estoy muy preocupado, sí. Hay preocupación que no solo es mía sino entre otros miembros del Congreso, eso es evidente.
¿Entre eso le preocupan también las políticas antidrogas de las que viene hablando el gobierno y que sé que usted no comparte?
Eso también nos preocupa. Son muchas cosas las que nos tienen preocupados.
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Volviendo a Venezuela. El gobierno Petro insiste que una buena relación con Venezuela es clave para Colombia pues es el vecino, comparten una frontera enorme, existen claros intereses comerciales y temas que se deben manejar de manera conjunta como el crimen y la migración. ¿Usted qué piensa?
Es que estamos hablando de relacionarse con un régimen narcoterrorista. Estamos hablando de un dictador que asesina a su propia gente, de una dictadura que tiene relaciones con todos los regímenes autoritarios y negativos que hay en el mundo, como China, Rusia, Irán, y Cuba. Esto no es una relación con un país controvertido nada más. Estamos hablando de una narcodictadura y eso me preocupa muchísimo.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington
@Sergom68